Consultores Técnicos
Los riesgos mecánicos involucran a todos los efectos físicos relacionados con la acción mecánica de elementos de máquinas, herramientas, vehículos, sistemas de izado, etc. materiales almacenados, trabajados y/o proyectados. En general los factores se pueden agrupar en dos categorías, el contacto o atrapamiento en partes móviles y los golpes con objetos. En el primer caso los efectos más comunes son aplastamiento, cizallamiento, corte, enganche y en el segundo, el impacto (incluyendo caídas), punzonamiento, abrasión y proyección de materiales sólidos y líquidos. Todos ellos pueden producir un conjunto de lesiones en distintas partes del cuerpo, que dependiendo de la gravedad y localización, pueden llegar a ser incapacitantes (perdida física o funcional, total o parcial) o incluso mortales.
Los medios de protección tienen como objetivo impedir que las personas o sus extremidades alcancen la zona, punto o línea de peligro es decir el lugar donde el riesgo se puede manifestar. La protección intrínseca se refiere a la propia concepción de la máquina, herramienta, etc. para que sus elementos no constituyan un riesgo en sí mismos. Las técnicas de protección tienen como objetivo incorporar a) resguardos fijos o móviles que sirven de barrera para evitar el contacto y b) dispositivos de seguridad que detienen la operación antes de que se produzca el contacto. La seguridad se completa con la adopción de dispositivos suplementarios de parada/rescate y normas de trabajo seguro.
Los riesgos eléctricos son los derivados del empleo de la electricidad lo cual abarca la generación, distribución, las instalaciones de los establecimientos, alumbrado, alimentación de maquinas y aparatos, equipos auxiliares como baterías y condensadores. También incluyen a la electricidad estática y atmosférica (rayos). En cualquiera de los casos el efecto es una descarga o circulación de corriente no deseada entre dos puntos de diferente potencial. Esta situación puede darse por ejemplo cuando una persona hace contacto con partes normalmente sometidas a tensión eléctrica (contacto directo) o con partes que habitualmente no lo están pero que toman un potencial peligroso debido fallas de aislación (contacto indirecto).
La circulación de corriente eléctrica en el organismo puede producir quemaduras, dañar órganos e interferir con las señales eléctricas entre el cerebro y músculos. La gravedad de la descarga depende de tres factores. El más importante es la intensidad (determinada por la tensión e impedancia del cuerpo). Superado un umbral sensibilidad (aprox. 10mA), en forma progresiva hay contracción muscular de extremidades, tetanización o parálisis de músculos del tórax llegando hasta la fibrilación y paro cardiaco. También influyen el trayecto recorrido que se relaciona con los órganos comprometidos y el tiempo de exposición.
La seguridad eléctrica en general requiere a) que máquinas, dispositivos y componentes así como la ejecución de instalaciones responda a normas especificas para cada aplicación b) la existencia de protecciones contra contacto directos e indirectos, es decir puesta a tierra de las masas, dispositivos que indiquen automáticamente la existencia de una falla de aislación y saquen de servicio la instalación (ej. protector diferencial ) y c) la ejecución de tareas con tensión y sin tensión de acuerdo a normas de trabajo seguro.
Riesgos mecánicos y eléctricos
Marco Normativo
Maquinas y Herramientas
Dec 351/79 Cap.15
Res. 960/15
Instalaciones Eléctricas
Dec. 351/79 Cap. 14
Dec 351/79 Anexo VI
Res. 592/04
Res. 3068/14
Res. 900/15